Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por Certeza Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor.La trágica historia de Caín muestra los pertenencias dañinos de la ira y los celos. La terquedad y la desobed